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miércoles, 5 de enero de 2011

No se sienta especial


Como cantaba mi admirado Antonio Vega, ser honrado no viene a ser igual que honesto. En lo relativo a finanzas, existen más maneras legales de engañar a una persona que ilegales o alegales, porque robar está bien, pero no hay nada como montar un banco.
Engañar a los hombres de uno en uno es bastante más difícil que engañarlos de mil en mil. Por eso el orador tiene menos mérito que el abogado o el curandero. Santiago Rusiñol i Prats.
Una de estas oscuras e ilegales prácticas se puso de manifiesto hace unos años en Estados Unidos, y fue uno de los timos más exitosos y rentables que se hayan puesto en marcha, al menos por una buena temporada. Contar estas cosas es siempre complicado, porque uno no sabe si está advirtiendo al personal o educando al infractor.

Todo empieza cuando usted, una mañana, digamos, de mayo, recibe una carta.

sábado, 24 de mayo de 2008

Un cisne negro


"Rara avis in terris nigroque simillima cygno". Juvenal

La metáfora fue de Juvenal, y lo cierto es que desde entonces se ha usado en numerosas ocasiones para describir cualesquiera sucesos improbables (si no imposibles).

"Es un ave rara en la tierra, casi tanto como un cisne negro".
Resulta curioso comprobar como la mayoría de las cosas que suceden en la naturaleza siguen una forma determinada de azar. Por ejemplo, podemos medir la altura de todos los habitantes de cierta región, y realizar un histograma (es decir, apuntamos en un papel una lista de las alturas posibles, ý anotamos el número de veces que se repiten). Si lo graficamos, saldrá algo como esto:

miércoles, 26 de septiembre de 2007

La importancia de ser Isaac

A menudo sucede que los acontecimientos fortuitos son los que deciden la suerte de las gentes, y los actos perfectamente planificados fracasan estrepitosamente en un sinsentido de albedrío que nos hace sentir tremendamente pequeños. Este descontrol, esta falta de tacto que la suerte tiene para con nosotros, a menudo consigue desesperarnos, y decide nuestro destino de forma determinante.

Es un pequeño despiste, una variable incontrolable, que origina una omisión, una deliciosa pauta de descontrol y caos, que se desliza entre nuestros dedos como arena de playa. Y es imposible luchar contra ello.

Uno de estos momentos se produjo en el año 1.796, y el protagonista (voluntario o no, jamás lo sabremos) no es otro que Sir Isaac Newton. Tras publicar su Philosophiae naturalis principia mathematica, el mundo se rindió a los pies del genio, y éste cambió Cambridge por Londres, donde le fueron ofrecidos numerosos puestos de responsabilidad. Fue nombrado Preboste del Rey y, entre otras cosas, Director y Custodio de la Casa de la Moneda del viejo continente británico.

miércoles, 11 de julio de 2007

Espíritu contable

Se cuenta que Pedro el Cruel trataba de buscar un sabio para que formara parte del Consejo del Reino. Para ello, reunió a los más sabios entre los sabios, y les propuso la siguiente prueba: arrojó varias naranjas en un estanque, y les pidió, uno a uno que las contaran. Recelosos, pero sin temor a equivocarse, todos dieron su respuesta, casi indignados por la dificultad de la prueba, salvo uno.

Éste sabio que restaba por contar las naranjas del estanque se arremangó sus ropajes y se introdujo en el mismo. Ante la mirada atónita de los presentes, tomó las naranjas una a una, calibró su peso, y examinó su aspecto. Cuando hubo terminado, salió del estanque y le comunicó al monarca el mismo número de naranjas que el resto, acertadamente, había señalado.
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